FITECU 2025 consolida a Zamora como referente en la aplicación de la tecnología inclusiva para mejorar la calidad de vida de las personas

Con un rotundo éxito de participación, la segunda edición de la Feria Internacional de Tecnología al Servicio de los Cuidados (FITECU) ha cerrado sus puertas consolidando a Zamora como un referente en la aplicación de la tecnología para mejorar la calidad de vida de las personas, especialmente en el ámbito rural.
La edición de 2025, que ha contado con la implicación y participación de 4.200 personas, entre profesionales, asistentes presenciales, empresas, expositores, entidades, ponentes y hasta un millar de asistentes online, ha superado las expectativas iniciales, demostrando que la tecnología, como la robótica y la inteligencia artificial, debe ser accesible en todos los entornos, incluyendo los entornos rurales de Castilla y León, una de las regiones más extensas de Europa.
«El objetivo de FITECU, desde su inicio en 2023, ha sido claro: llevar la tecnología donde se necesita, adaptando los servicios a las necesidades reales de las personas y permitiéndoles vivir donde elijan», afirmó durante la clausura Isabel Blanco, consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León, la entidad impulsora de la cita junto al Clúster SIVI. Blanco comprometió el permanente apoyo del gobierno regional a las demandas sociales «ya sea adaptando hogares, proporcionando asistencia personalizada o creando residencias que se asemejen a un hogar”.
FITECU 2025 ha servido como escaparate de las últimas innovaciones, demostrando que la tecnología es una herramienta tangible para facilitar la vida cotidiana. La Feria ha impulsado la creación de un espacio FITECU accesible y permanente en el Hub de Innovación de La Aldehuela, al servicio de los ciudadanos de todas las edades y desde el que poder experimentar y desarrollar nuevas soluciones tecnológicas.
Con la mirada puesta en el futuro y la promesa de una cita aún mayor, la titular de Familia e Igualdad de Oportunidades anunció que Junta y SIVI comienzan a trabajar ya en FITECU 2027, «para seguir prestando servicios a las personas y para que la inteligencia artificial continúe evolucionando y adaptándose a nuestras necesidades».
FITECU, remarcó la consejera, “ha sido una explosión de nuevas tecnologías al servicio de las personas, una ventana que muestra el potencial de Zamora al mundo; una demostración de que se pueden organizar grandes congresos y que la tecnología puede ser inclusiva y llegar a todos».
Para reforzar esa idea, en los instantes previos a la clausura, la consejera asistió a un partido de baloncesto inclusivo a cargo del Club Deportivo de Baloncesto en Silla de Ruedas Servigest Burgos BSR orientado a concienciar y sensibilizar tanto sobre la importancia de los apoyos como sobre las capacidades de quienes afrontan cada día el reto de superarse.
El reto de la implantación
Si la tecnología ha demostrado ser una aliada clave en el futuro de los cuidados, el gran reto ahora es implementarla y ponerla al servicio de las personas. Con ese llamamiento ha finalizado la segunda edición de FITECU, que ha evidenciado la necesidad de integrar herramientas innovadoras como la inteligencia artificial, la robótica o la digitalización de los modelos de atención sociosanitaria para garantizar la independencia y mejorar la calidad de vida de las personas y sus cuidadores.
La última jornada comenzaba con una inmersión en el campo de la neurotecnología y la inteligencia artificial generativa de la mano de María López Valdés, neurocientífica y CEO de Bitbrain. Su intervención ha puesto sobre la mesa varias soluciones aplicadas al sector de los cuidados, la salud mental y la rehabilitación neurológica, desarrolladas gracias a softwares y dispositivos innovadores que ayudan a reconocer e identificar los impulsos del cerebro. “Gracias a la IA estamos cada vez más cerca de tener tecnología en casa de los pacientes y poder diagnosticar y tratar a cualquier persona en cualquier momento y en cualquier lugar”, subrayó.
López Valdés presentaba en FITECU una neurobanda textil no invasiva que incorpora IA, un dispositivo declarado como una de las 20 tecnologías más disruptivas de Europa, que permite prevenir y diagnosticar trastornos neurológicos de manera fácil, fiable y accesible.
Esta neurobanda también está ofreciendo soluciones en la investigación de nuevos tratamientos. Algunos de esos avances es la mejora cognitiva en pacientes con Alzheimer que presentan un deterioro leve “pacientes con solo 8 sesiones de 20 minutos presentan mejoras cognitivas de un 8% en memoria de trabajo y un 12% en memoria episódica”; o tratamientos que permitan retrasar su aparición, lanzando, de manera automática, señales auditivas con ondas lentas durante las fases de sueño profundo de los pacientes para “limpiar su cerebro”.
Innovación e investigación para “ponerle años a la vida”
La tercera jornada de FITECU continuó reservando espacio para enriquecedores debates como el que mantuvieron los componentes de la primera mesa del día, centrados en los retos de la promoción de la autonomía personal como elemento transformador del entorno sociosanitario. Sobre la mesa, el apoyo tecnológico que permite a las personas dependientes permanecer en sus domicilios y hacer vida autónoma el mayor tiempo posible.
Para Jordi Cerezuela, patrón del Instituto Robótica para la Dependencia, especialista en proyectos de innovación social y tecnológica de atención domiciliaria, es muy necesario “acercar la tecnología, que no es amigable con los mayores”. “Hay que darles herramientas para que sigan siendo afines a la tecnología porque cuando es invasiva o no es aceptada, se rechaza y no cumple su cometido”, advirtió antes de señalar que en el ámbito de los cuidados «el café para todos no vale”. La tecnología, prosiguió, «debe ser adaptable para ponerle vida a los años y no al revés”. En su opinión, “nuestra casa será la mejor residencia y el mejor hospital en el futuro, rodeados de las personas a las que queremos”.
En esa misma línea también se manifestó el director de Bihar Home, Javier Parro, quien recomendó «escuchar a las personas a las que van dirigidas soluciones, a los aplicadores de servicios y a quienes prestamos servicios domiciliarios para bajar las cosas a tierra desde los laboratorios y comprender las necesidades en busca de soluciones humanas, integrales y comunitarias”. De esa manera, apuntó, se evitaría la homogeneización en busca de la personalización que ayudaría a dar una respuesta real a lo que se necesite”.
Por su parte, el presidente del Observatorio Estatal para la Dependencia y director de la Estrategia de Investigación e Innovación en Servicios Sociales de la Junta de Andalucía, José Manuel Ramírez, advirtió de la necesidad de unir innovación e investigación “porque la una sin la otra es pura ocurrencia”. Ramírez puso en cuestión, además, el debate sobre si humanizar o no humanizar a los robots, una costumbre “muy arraigada cuando uno de estos asistentes llega a una casa” y denostada por los comités de ética. El día a día, explicó, lleva a crear ese vínculo emocional y la clave está en saber gestionarlo.
En opinión de Leticia Pedraz, de Asprodes Salamanca, la innovación juega un papel esencial “para unir dos mundos, a veces antagónicos, como el social y el tecnológico”. Su día en este colectivo ayuda a los tecnólogos a crear productos “que aportan calidad de vida a las personas donde éstas eligen, generalmente en sus domicilios, y transforman en realidades tangibles lo que las personas opinan, sienten y ven sobre la tecnología”.
La jornada concluyó con una mesa de debate sobre el papel de los Living Labs, espacios de experimentación donde la innovación tecnológica se pone a prueba en entornos reales antes de su implementación a gran escala. Raquel Losada (Mindlab Fundación Intras), Mariano Barbero (UMA CARE) y Karen Wee (Queenstown Living Lab, Singapur) coincidían en que es necesaria la colaboración de todos los actores implicados en la cadena de cuidados, ya que la falta de alineación de intereses o las dificultades que se presentan a la hora de escalar los proyectos piloto, entre otros, pueden impedir su éxito.
FITECU 2025 no solo ha sido un escaparate de innovación, sino un punto de inflexión en la manera en que concebimos los cuidados y la capacidad que tenemos para integrarla con humanidad y atendiendo a todas las necesidades. Con la vista puesta en FITECU 2027, el reto es claro: convertir los avances presentados en realidades, asegurando que contribuyan a una vida más digna y autónoma para todas las personas, sin importar dónde vivan.